martes, 2 de diciembre de 2014

Filosofía como docente

   Considero que los docentes tenemos un reto por delante y es el hecho de tener que transformar un sistema obsoleto que dé respuestas a las necesidades actuales. Es por ello que considero fundamental renovar la metodología didáctica de manera que el alumno pase de ser un mero receptor de información al protagonista de su propio proceso de aprendizaje. En este sentido me parece muy acertada la cita de Benjamin Franklin: "Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo".

  Considero que actualmente hay toda una línea de investigación y trabajo muy interesante centrada en el desarrollo de las inteligencias múltiples. Todos los alumnos no aprenden de la misma manera y considero que,  al igual que tenemos en cuenta la atención a la diversidad, habría que considerar las potencialidades de cada alumno para ayudarles a desarrollarlas porque es la única forma de que a su vez puedan desarrollarse como personas plenas. No podemos negar ciertas inteligencias sólo porque hasta el momento el sistema las haya olvidado o marginado.

   Hay que hacer todo un replanteamiento del sistema educativo. Vivimos en una sociedad dinámica y cambiante y es por ello que el sistema educativo debe capacitar a los alumnos para poder desenvolverse plenamente en dicha realidad. Es por ello que no debemos basar el proceso de aprendizaje solamente en la adquisición de contenidos, sino que hay que enriquecerlo incorporando el desarrollo de aspectos como la inteligencia emocional, el trabajo cooperativo, el pensamiento crítico y  la creatividad. 

   Como considero todo lo anteriormente expuesto fundamental y no concibo el papel del docente de otra manera, trato de llevar esto a la práctica con mis alumnos. Puede que en ocasiones no consiga aquellos resultados que esperaba pero los cambios por muy pequeños que sean siempre parten de la acción.


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