miércoles, 3 de diciembre de 2014

Las TICS en el proceso de enseñanza

   En un momento como en el que vivimos en el cual nuestro sistema educativo hace aguas por todos los frentes es inevitable para los docentes tratar de buscar fórmulas para caminar hacia la mejora. Las nuevas tecnologías aunque no son ni mucho menos la solución al problema se perfilan como un componente esencial de la escuela hacia la que debemos aspirar. Una escuela que apuesta por la innovación, el dinamismo, el trabajo en equipo y por supuesto, que apuesta por la importancia del aprendizaje significativo como la meta a alcanzar.

    Por ello es inevitable preguntarse que pueden aportar las nuevas tecnologías al campo educativo. Desde el punto de vista del docente, las TICS ofrecen interactividad con los alumnos, la posibilidad de poner a su alcance los más diversos recursos que faciliten su proceso de aprendizaje (apuntes, vídeos, enlaces a otras webs, fotografías, actividades interactivas, etc..) y dinamizar las propias clases ya sea por la utilización de los más diversos recursos para apoyar las explicaciones del profesor o bien integrar las tics en el proceso de aprendizaje y que sean los alumnos los que construyan su propio conocimiento (webquest, blogs, wikis).


   Desde el punto de vista del alumno, evidentemente modifica su papel de sujeto pasivo para convertirlo en protagonista de su propio proceso de aprendizaje, además de que las TICS ponen a su disposición una manera más dinámica de aprender superando el tradicional libro de texto y las meras clases magistrales. 

   Pero para que las TICS no se conviertan en un simple sustituto del libro de texto es conveniente integrarlas de forma inteligente en el quehacer diario del aula porque claramente no podemos formar a nuestros alumnos en un entorno que ignore las nuevas tecnologías, porque sí así lo hiciésemos estaríamos ignorando la realidad en la que vivimos, una realidad dinámica, que cambia constantemente, que demanda nuevas formas y estrategias para la resolución de situaciones complejas y que requiere de individuos versátiles, resueltos y críticos con el entorno que les rodea. Es por todo ello que ignorar el papel que las nuevas tecnologías deben jugar en el proceso de enseñanza-aprendizaje, supondría seguir encontrándonos con la escuela actual, es decir, una escuela que no responde a las necesidades educativas reales de nuestros alumnos, y por lo tanto, de la sociedad en general.

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